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Ánchel Conte Cazcarro | Insistentemente el tiempo

Insistentemente el tiempo - Ánchel Conte Cazcarro

La fuerza del silencio

 

si al despertar te miro a oscuras me llueven pétalos de escarcha de tantos años

que como pequeñas gotas de tristeza me rocían porque años ya

no quedan muchos no te toco sólo observo un perfil que cada amanecer es luz nueva que descubro

y me parece encantamiento sentir a mi lado tu aliento silencioso vuelo de pájaro

mientras que salida de la espuma del sueño me moja la primera mirada del día y callamos

 poderoso silencio que derrumba paredes abre cielos y juntos nos lleva más allá de todo espacio


A fuerza d’o silenzio

 

si en revellar me te miro á foscas me pleven petalos de rosada de cuantos años

que como chicotetas gotas de tristura me ruixan perque ya no en quedan muitos

no te tiento no més acucuto un perfil que cada amaneixer ye luz nueva que descubro

e me pareix incante sentir á canto de yo lo tuyo aliento silezioso volito de paixaro

entre que salida d’a escuma d’o suenio me baña la primer mirada d’o día e callamos

poderoso silenzio que ixarna parez ubre zielos e chuntos nos mena dellá de tot espazio

 

El origen

 

insistentemente el tiempo me persigue y no me atrapa

reculando contra él puede más mi imaginación

qué ligera la carga de añoranzas que menos que paja pesa

desde la altura de los sueños adormecida la razón

observo paisajes que resucitan en mí el niño que era

es el origen

olivera enraizada en la misma tierra que será su fosa


L’orichen

 

terne que terne o tiempo m’encorre e no m’agafa

reteculando cuentra el puet més a mía imachinazión

qué lixero lo carguil de cariños que menos que palla pesa

dende l’alzaria d’os suenios sondormida la razón

alufro paisaches que resuzitan en yo lo nino que yera

ye l’orichen

olivera enradigada n’a mesma tierra que será la suya fuesa

 

Otoño

 

no son hojas de arce o abedul lo que me llueve de los árboles este otoño sin tierra

son corazones manos caricias que mojan y me empapan de nostalgia que no cesa

y de golpe me veo perdido en bosque que conozco y huelo y siento muy cerca

sin embargo sé que ni bosque ni árboles coloridos ni ríos cayendo en cascada me despiertan

se me duerme el alma sobre hojarasca en tarde de octubre cuando sin decir nada me besas

parece que ahora no hay mar ni huele a sal

me miro el cuerpo y eres tú quien dibuja en él con precisión las cimas de todas las sierras

todos los colores que vimos la lluvia que bebimos y el beso resucitador en tarde muerta


Agüerro

 

no son fuellas d’azirón u albar lo que me pleve d’os arbres iste agüerro sinse tierra

son corazons mans carizias que mullan e me chupen de recosiros que no reblan

e de momento me veigo perdiu en selva que conoixco e uloro e siento mui zerca

manimenos sé que ni selva ni arbres colorius ni rius cayendo en churro me dispiertan

me s’aduerme l’alma sobre follarasca en tarde d’octubre cuan sinse tartir me besas

pareix que agora no bi ha mar ni ulora á sal

me miro lo cuerpo e yes tu qui bi debuixa con prezisión as tucas de totas as sierras

totas as colors que viyemos la pluya que bebiemos e o beso resuzitador en tardada muerta

 

Atardecer en soledad

 

escribo cuando el sol ya se ha escondido y los estorninos se cobijan en los toldos de las terrazas

veo embelesado nadando sobre el mar sábanas de color rosa que se tornan violeta

te has ido hace un momento y cuento las horas que faltan para que en silencio abras la puerta

los años no me han acostumbrado a tu ausencia y cuando te vas se me hace grande la casa

y como niño o mejor como viejo miedoso de la soledad enciendo todas las luces y bajo persianas

acomodado en el sofá cerca de tu sitio con los ojos entornados dibujo tu sombra

y el mundo se me hace tan pequeño que sólo cabemos tú y yo abrazados en noche oscura

en realidad qué poca cosa soy cuando tú me faltas


Lusco en soledá

 

escribo cuan o sol ya se ye amagau e os tordos s’acubillan n’os toldos d’as terrazas

veigo embabucau nadando sobre o mar lienzuelos de color rosa que se tornan vrioleta

te’n yes iu fa un momento e cuento as oras que faltan pa que en silenzio ubras a puerta

os años no m’han acostumbrau á la tuya ausenzia e cuan te’n vas me se fa gran a casa

e como nino u millor como viello miedoso d’a soledá chiro totas as luzes e baixo persianas

acoflau n’o sofá á canto lo tuyo puesto con os uellos estreñius debuixo a tuya uembra

e o mundo me se fa tan chicotet que no i cabemos que nusatros abrazus en nuei preta

en veras qué poqueta cosa soi cuan tu me mancas

 

Tristeza

 

esa lágrima que se hiela en el lago cobalto de tu pupila crece y se hace océano en el que

me hundo buscando caracolas bajo las olas

 

pero si cierras los ojos son los párpados muralla que impide el pasome quedo en tierra

con sabor a arándano verde en la boca

 

entonces sin la espuma de tu mirada soy tan poca cosa que siento que de esa sola

minúscula lágrima helada nace tanta tristeza que incluso me ahoga

lo digo esta tarde aquí junto al mar que entre dos luces se apaga


Tristura

 

ixa glarina que se chela n’o lago cobol d’a tuya nineta creix e se fa ozeano an que yo me

fundo mirando-ie carrachinas baixo as olas

 

pero si baixas os uellos son os parpiellos muralla que empacha o paso e me quedo en

tierra con gusto á abalón baladre n’a boca

 

alavez sinse a escuma d’a tuya gollada soi tan poca cosa que siento que d’ixa sola

chicoteta glarina chelada naix tanta tristura que mesmo m’afoga

lo digo ista tarde aquí á canto lo mar que entre dos luzes s’amorta

 

Ebrio de ti

 

en la caverna más escondida de mi historia apareces tú como mansa lluvia que mata la sed

me la bebo toda

ebrio de ti reculo hasta encontrarte y temblando apago todas las luces para verte mejor


Capín de tú

 

n’a espelunga més amagada d’a mía istoria amaneixes tu como pluya mansa que mata la sete

la me bebo tota

capín de tu reteculo dica trobar-te e tremolando amato totas as luzes pa millor veyer-te

 

Tarde

 

voy a disfrazar la tarde de sol y luz para ocultar la profunda melancolía de tu ausencia

que nadie vea la tristeza que como resina se me pega a las manos teas que no arden

antorcha que en la penumbra no ilumina fósforo que no prende inútil astilla húmeda

lanza la llama de tu mirada incéndiame con tu voz que me lluevan brasas sobre la cabeza

acaso entonces la tarde del disfraz pueda librarse


Tarde

 

voi a desfrazar a tardada de sol e luz t’amagar a profunda malinconía d’a tuya ausenzia

que dengún no veiga la tristura que como raxina me s’embesca n’as mans tiedas que no arden

fallato que n’a penumbra no ilumina misto que no s’enziende inútil ascla humeda

arrulla la flama d’a tuya mirada preta-me fuego con a voz tuya que me plevan brasas sobre a capeza

talmén allora d’o disfraz a tarde pueda librar-se

 

* Tanto la versión original en aragonés como su traducción al castellano

son obra del propio autor 

Anchel Conte Cazcarro

[Alcolea de Cinca (Huesca), 1942] Doctor en Historia y docente hasta su jubilación en 2003. Además de numerosos artículos y libros sobre el Alto Aragón medieval para los que suele emplear la lengua castellana, es autor de poesía y prosa en lengua aragonesa. Su poemario No deixez morir a mía voz (El Bardo, 1972) es considerado como el inicio de la literatura moderna en lengua aragonesa. Asimismo, ha publicado los siguientes poemarios: O tiempo y os días, Zaga o mar o desierto, Luna que no ye luna y Digo sinse dizir; las novelas O bolito d’as sisellas y Aguardando lo zierzo, y los libros de relatos O rafe d’o espiello y De ordo sacerdotalis. Tiene obra traducida al castellano, euskera, francés, ruso e inglés.

Ánchel Conte Cazcarro

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