Hemos tardado en sacar este número. Nos ha costado. No lo podemos ni lo pretendemos negar. En paralelo a un proyecto cualquiera, pasan cosas. Cosas que componen la vida. La vida llena de acción pero también de pausa, de bulla, gritos y silencios. El silencio siempre es más largo. La pausa se convierte en eternidad. Sin embargo, aunque ínfima, la vida comporta un flujo que siempre es intenso. Dicta el son y el ritmo a su antojo. Por encima de las pretensiones y proyecciones mundanas.

También obliga a los replanteamientos. Nos pone preguntas pero sobre todo nos exige respuestas. En este caso, ¿cómo afrontar la pervivencia de la revista y la cadencia de su actualización?

Seguimos buscando las respuestas.

Mientras tanto, les dejamos este 4to número para que lo gocen. Fruto en especial de la paciencia. Dominados por el seis. Decidimos que contuviera el número de la bestia. Seis colaboraciones por género. Ahí está. Late la bestia. Pero hipertrofiada. Con tumores. Un día no la dejarán respirar.

Queremos agradecer a todos los colaboradores que tuvieron que esperar tanto, que tuvieron que aguantar nuestras respuestas inciertas. Porque no sabíamos qué responder. Aquellos que no retiraron sus textos, comprendieron las dificultades y nos dieron ánimo. Manifestando así su confianza y fe en el proyecto y el equipo. Haciendo un guiño de camaradería.

También queremos dar las gracias a los colaboradores cuyas colaboraciones no entraron en este número pero tendrán cabida en el siguiente. Las limitaciones del 6, nos obligaron a distribuir. Tal vez ingratamente. No obstante, será gratitud compensada. Esto nos garantiza, eso sí, otro número.

Queremos hacer público que abrimos oficialmente convocatoria. Desde ahora recibimos textos, colaboraciones de los géneros: poesía, narrativa, reseña.

Siempre esperando que te guste este número, pero el siguiente más, nos despedimos hasta la próxima.