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Forrest Gander | Un bosque invade la tierra
En las montañas
“No hay exterior del cuerpo. O mejor dicho,
el exterior ocurre dentro del cuerpo”
Juan Sebastián Cárdenas
Si los días de perro de abril la alcanzan antes de que lo haga tu nota
Si en tu puerta trasera, una seta salpicada de ácaros errantes se vuelve del color de los dientes de un roedor
Entonces sus muslos temblarán, su cabeza se aligerará mientras intenta ponerse de pie
Si sus irises se encienden, si tu moteado rostro te mira de vuelta desde sus pupilas aburridas como un mandato
Entonces debes reconocer el presentimiento de que has sido removido
Si tomas otro sorbo de polvo, tratando de recordar qué decir
Si el fango que ella llama tu tristeza dejara de obstruir tus venas
¿Podría ella vislumbrar qué había allí antes de que te encerraras en ti mismo?
Si el arrepentimiento se asoma detrás de tu charlatanería
Entonces ella te cegará diciendo: prueba esto
Si solo te hace falta otro nombre tachado para completar la amargura
Si las ululaciones que se elevan desde las colinas hallaran respuesta en su rostro
Entonces lo que sea que gimes mientras ella yace sobre ti sonará como el absurdo de una obra de teatro
Si a sabiendas eliges la primera respuesta que te impide pensar
Entonces ella exclamará Oh no, sorprendida de no poder evitarlo
Si los Ghats occidentales se tragan un sol carbonizado
Si ella confunde ese tic en el pliegue de tu ojo con una señal
Si al colocar ella su cesta en la encimera, cae de lo alto el mango más maduro
Debes olvidar las otras manos que han abierto su ropa
Si los animales locales se vuelven nocturnos para evitarte, si bandadas de tordos ya no descienden de la cima
Entonces el mínimo brillo de sus ojos en la noche te hará tambalear
Pero, ¿y si este liquen anaranjado —chismorreando a través de los peñascos— ennegrece, se enrolla y se vuelve silencio?
In the Mountains
“No hay exterior del cuerpo. O mejor dicho,
el exterior ocurre dentro del cuerpo”
Juan Sebastián Cárdenas
If the April dog-days reach her before your note does
If at your back door, a mushroom speckled with roving mites turns the color of rodent teeth
Then her thighs will tremble, her head go light as she tries to stand
If her irises flare, if your collied face stares back from her pupils dull as a writ
Then you must acknowledge the presentiment that you’ve been cored
If you take another sip of dust, trying to remember what to say
If the sludge she calls your sadness stops damming-up your veins
Could she glimpse what was there before you turned inside yourself?
If the regrets edge up behind you chattering
Then she will blindfold you saying: taste this
If it takes just one more crossed-out name to complete the bitterness
If ululations rising from the hills are answered in her face
Then whatever you gasp while she lies over you will sound like nonsense from a play
If you reflexively choose the first response that precludes thinking
Then she will cry out Oh no, surprised she cannot stop it
If the Western Ghats swallow a carbonized sun
If she mistakes that tic at your eye’s crease for a signal
If when she sets her basket on the counter, the ripest mango topples from the peak
You must forget the other hands that have opened her robe
If local animals make themselves nocturnal to avoid you, if swarms of laughing thrushes no longer descend from the summit
Then the barest gleam from her eyes in the night will reel you in
But if this orange lichen— gossiping across boulders— blackens, curls, and goes silent?
Las secuoyas
[para Stuart Cooke]
. . .
—en tanto cerca, pero dónde?
/ \
en aquel terpenado aire entre iteradas ramas de secuoya
\ / \
ahora deshilvanadas con alfombras de epifita,
/ |
/ un arrendejo empieza y vuelve a empezar
/ /
sus desmenuzados arpegios— no una descripción — y
\ \
uno de los suaves nidos de mérgulo espejos de ojos negros
/
las arlequinadas de un campañol, rechoncho, bigotudo
\ |
cilindro de pelaje esmerado—esto es no una descripción, sino un des-
\ /
conocido capítulo— llenándose los molletes
/
con agujas verdes
en tanto que a doscientos pies por debajo, en el sotobosque,
/ /
yerba de selva perforada por maderas muertas, ramas caídas y acederas
| /
helechos espada y macho salpicando desde el suelo— no
\ \
una descripción, sino un des- conocido capítulo de nuestra
\ /
propia memoria— enriquecida con roídos volcánicos,
/ \ /
andesita principalmente y dacita, y agujas de secuoya descompuestas que
\ /
tiemblan ligeramente con nematodos y algún
/
artrópodo similar a una araña que nadie puede identificar
\
una ardilla de tierra, cruzando el cauce seco rodeado
/ \ —
de alisos, su cola vertical como un asta, su
/ \
ocasión, todas las ocasiones interpenetrando,
\ /
un interminable recuerdo de enmarañamientos en el que nuestro caso
\ \
ha sido igualmente suscrito— \
| /
carenas entre su madriguera y cuevas de fuego en
/ /
los enormes troncos de secuoyas abrillantados por los restos de babosas, bordeados
\ |
por colibías de raíz larga
The Reedwoods
[for Stuart Cooke]
・・・
—while nearby, but where?
/ \
in that terpenated air among iterated redwood limbs
\ / \
now flocked with mats of epiphyte,
/ |
/ a Stellar jay starts and restarts
/ /
its shredded arpeggios— not description— and
\ \
one of a nesting murrelet’s soft black eyes mirrors
/
the harlequinades of a vole, plump, whiskered
\ |
cylinder of fur diligently—this is not description but an un-
\ /
acknowledged chapter— stuffing its cheeks
/
with green needles
while two-hundred feet below, in the understory,
/ /
whipplevine punctured by snags and deadfall and sorrel
| /
and sword and bracken fern splashing up from the soil— not
\ \
description but an un- acknowledged chapter of our
\ /
own memoir— rich with chumbling volcanics,
/ \ /
andesite mostly, and dacite, and rotting redwood needles that
\ /
lightly tremble with nematodes and some /
spider-like arthropod who can name?
\
a ground squirrel, crossing the dry creek edged
/ \ —
with alder, its tail vertical as a flagpole, its
/ \
instance, all instances interpenetrating,
\ /
an endless memoir of ravelment in which our case
\ \
likewise has been underwritten— \
| /
careens between its burrow and fire caves in
/ /
the massive redwood trunks glistening with slug trails, rimmed
\ |
by rooting mushrooms
En las montañas, Placer County
… cuyo dedo sin filo, su recortada uña de orniblenda,
gira (tan suavemente a través de la hendidura de la perilla)
Y su verde placer de risa
serpentina (mientras su tranvía se precipita) sobre el valle troncal
La puerta cerrada de golpe, ella se enfrenta al circo
en jeans cortados (subidos hasta sus partes pudendas)
Y no ve intervalos en los placeres anidados
en los ojos de él mirando (los ojos de ella mirando)
Sobre la misión de su cara, ellas se balancean como
campanas de iglesia (porque la misa se mece siempre hacia afuera)
Un sabor a azúcar de caña y de centavos calientes (oh no,
oh no!) en un húmedo corte marcado por glaciales erráticos
¿Dónde, él pregunta, mientras ella inicia el levantamiento, y cuándo
aprendiste a hacer eso? (escapando cuesta abajo)
Una cascabel montada sobre su cola enroscada (su torso sobre sus caderas), ella deja
marcas de vibración en una sucesión de morrenas
(Oscuros soles emparejados) las aureolas se dilatan
como un carrusel de remolinos girando a lo largo de la corriente derretida
Cuando el suplicante se inclina lentamente, los largos
muslos se separan a lo largo del plano de la juntura
Sin resaca de duda, cada parte dispuesta, el bosque
invade la tierra cenicienta (cuando sus rodillas empiezan a tirar)
In the Mountains, Placer County
… whose blunt finger, its hornblende-nail clipped,
(so lightly across the crevice knob)
And her green delight of serpentine
laughter (as their tram swoops) over the trunk valley
Car door slammed behind her, she faces the cirque
in denim cutoffs (risen to her pudendum)
And sees no gap in the pleasures nestled
in his eyes watching (her eyes watching)
Above the mission of his face, they swing like
church bells (for mass always sways outward)
A taste of jaggery and warm pennies (oh no,
oh no!) in a wet score grooved by glacial erratics
Where, he asks, as she initiates the uplift, and when
did you learn to do that? (decamping downslope)
A rattler riding its coil (her torso on her hips), she leaves
chatter marks on a succession of moraines
(Dark paired suns) the aureoles dilate
as suction-eddies whirligig along the melt stream
When the supplicant slowly bends, long
thighs separate along the joint plane
No undertow of doubt, every part willing, the forest
encroaches ashen earth (when her knees begin to jerk)
*Traducción del inglés de Reinhard Huaman Mori
de: Twice Alive
New Directions | New York | 2021
*Véase también El arte siempre ha desafiado todos los convencionalismos,
Forrest Gander
[Barstow, California, 1956] Es autor de los libros de poesía Rush to the Lake (1988), Lynchburg (1993), Deeds of Utmost Kindness (1994), Science & Steepleflower (1998), Torn Awake (2001), Eye Against Eye (2005), Core Samples from the World (2011), Eiko & Koma (2013), Be With (2018), por el que recibió el Premio Pulitzer de Poesía en 2019 y Twice Alive (2021). En narrativa ha publicado As a Friend (2008) y The Trace (2014) y en ensayo A Faithful Existence: Reading, Memory and Transcende (2005). Ha traducido al inglés la obra de Jaime Sáenz, Pablo Neruda, Coral Bracho, Pura López-Colomé, María Baranda, Gozo Yoshimasu y Shuri Kido. Asimismo, ha estudiado geología y literatura inglesa y es además A. K. Profesor Seaver de Artes literarias y Literatura comparada en Brown University.
Reinhard Huaman Mori
[Lima, 1979] Ha publicado los poemarios el Árbol (2007) y fragmentos de Fuego* (2010), así como la plaquette de poesía Ella (12 secuencias) Isabel Archer (2015). Sus poemas sueltos y dispersos aparecidos previamente en revistas, diarios y antologías han sido reunidos y publicados en el volumen titulado E·C·O·S (2019, 2022). Fue director de la revista Ginebra Magnolia.
Actualmente, es el OJO muerto de esta revista.