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Frédérick Houdaer & Judith Wiart | Chapotazos

Frédérick Houdaer & Judith Wiart - Chapotazos


Mi padre es una mierda. Están ahí aclamándolo, felicitándolo, bravo señor, qué sangre fría, casi a punto de decir mi dios, mi dios, pero yo, yo sé que es solo un gran cabrón. Lo vi correr hacia el agua, sumergirse, traer a la niña hacia la orilla y ejecutar los gestos de primeros auxilios, lo vi hacerle el boca a boca y el masaje cardíaco, pero eso no cambia nada. Yo sé quién es. Ya está, ella ahora vuelve en sí, la tonta escupe agua de mar, tose como una tuberculosa. Vomita ahora. Sus padres están felices, la madre llora, el padre está aliviado incluso sin poder ocultar la vergüenza de no haber salvado él mismo a su hija, repite en bucle “sin usted, sin usted” y yo, yo te digo mi amigo, sin él mi vida sería una fiesta, sin él sería la primera de la clase, primera en danza acuática, primera en alegría y despreocupación. Ese tipo pasa su tiempo salvando vidas y arruinando la mía. Esas son sus dos misiones en la tierra. Yo no sé en cuál pone su máximo esfuerzo para llevar a cabo. Señor “humanitario”, señor “médicos sin frontera”, señor “amnistía internacional”. Señor asqueroso de mierda. Y la señora hipócrita de mierda. A su lado. Con su gesto conmovido y su mirada húmeda de perrito basset. Como si ella no supiera, ella, quién es verdaderamente su marido.

 

—Loulou, anda a buscar mi teléfono, voy a sacar una foto de papá.

 

—Anda búscalo tú misma.

 

—Siempre tan amable. Incluso de vacaciones, en una playa paradisíaca...

 

—Eh, sí, incluso al lado de una casi ahogada, tienes razón.

 

Ella no me escucha. ¿Para qué? Chequea en su bolsa Lancel en búsqueda de su teléfono que acaba por encontrar luego de haber tirado crema solar, billetera y funda de gafas. Va a fotografiar a su marido que posa ahora con la pequeña aún completamente aturdida en sus brazos como si fuera un trofeo de pesca. ¿Qué es lo que piensa hacer con esa foto? ¿Colgarla en la cuenta de Instagram para mostrar cómo su marido, incluso de vacaciones, no cesa de ser el héroe que la nación conoce? Yo aprovecho para robarle 50 euros de su billetera mientras mi valiente papá rechaza de manera tajante las retribuciones que la familia de la atontada le propone...

 

Yo sé que él se aprovechará de lo sucedido de una forma o de otra. Ese señor es un excelente jugador y sabe que puede ganar más sin precipitar las cosas.

 

Por ejemplo, la madre de la niña... Ella no pide más que entregarse al gran salvador.

 

Mi padre bromea. Se le ocurre una buena salida:

 

—Ahora mismo, si usted desea recompensarme, darnos el gusto a mí y a mi familia, a mi hija Loulou...

 

Señala al vendedor de donas que tira de su pequeño remolque sobre la arena mojada:

 

—Va a costarle caro. Va a costarle caro en donas para nuestras hijas. La suya, la mía, ellas necesitan bastante dulce para digerir todo esto.

 

Cinco minutos más tarde, tenemos los dedos y dientes llenos de crema. La vida retoma su curso porque podemos de nuevo tragar. La salvada engulle sus cacahuates a una velocidad de locos. ¡Faltaría solo que se atore de nuevo y que mi padre deba salvarla una segunda vez! Mamá empieza a mirar a la otra mujer de forma chistosa. El mar vuelve a la escena. Harta de ver siempre la misma película en donde gente (que no quiere compadecerse a sí misma) es engañada por tipos como mi padre.

 

Me pongo los cascos para no escucharlos más. Mi padre gesticula y la madre de la ex ahogada, disforzada, se carcajea como sí nada hubiera sucedido, como si su querida hija no hubiera estado a punto de palmarla hace unos minutos. Él tiene ese don, el de crear ambientes, hacer tambalear el escenario, captar miradas. Todas las miradas. Incluso el otro macho está alegre. Sobrepasado por sus emociones. Yo puedo decirle ya cómo terminará su jornada. No sé dará cuenta de nada. La otra es buena también. Mamá, que conoce de memoria todo eso, se va a nadar. Hace esfuerzos por verse bien en público. Es un acuerdo entre ellos. Ella sonríe, participa del show, representa el papel de la mujer colmada y él le hace el giro mensual a su cuenta bancaria. Es todo, nada más simple que eso. ¿Cuánto vale la foto del rescate posteada en directo en Instagram y Twitter? ¿Tal vez un pequeño bonus para sus próximos Louboutin? Hacen de pareja y nadie se queja. Padres en lino. Militantes de pacotilla. Antes dispararme que trabajar un día en el sector humanitario. Harta de coloquios internacionales, de viajes alrededor del mundo, de playas paradisíacas...

 

Padres perfectamente bilingües, trilingües... En mis cascos, malas palabras en inglés. Buen rap del duro. La pregunta que me gustaría ponerles es cuál, ¿cuál es la diferencia entre “beach” y “bitch”, en lo que respecta a la pronunciación? ¿Cómo se dice “hoy voy a interpretar el papel de la perra” o “la perra está llena de niños que se ahogan al mediodía” o “mamá regresa al lado de la perra después de nadar”?

 

Siento más y más calor. Ardo por dentro y por fuera... Llamen eso como quieran, “insolación”, “mal viaje”...

 

Mi madre se nos une después de haber repetido algunos movimientos de crol. Ella me hace un gesto para que me quite los audífonos y decirme que estoy “roja”. De niña “tomaba colores”. Ahora, aparentemente, solo pillo uno.

 

Yo corro hacia el agua, mis cascos aún en las orejas.

 

*Traducción del francés de LM Hermoza

 

Judith Wiart

[Le Havre, 1970] Radica en Lyon desde hace 35 años. Entre sus títulos publicados destacan Ping-pong, texte & photo (2020), coescrita con la artista y escritora Judith Lesur, Le jour où la dernière Clodette est morte (Le Clos-Jouve, 2020). Les Gens ne se rendent pas compte será publicado por Le Clos-Jouve en enero 2022.

Blog: La Mare Rouge

Frédérick Houdaer

[París, 1969] Reside en Lyon desde hace una treintena años. Ha publicado diecisiete títulos (incluidas varias novelas, nueve colecciones de poemas y un ensayo dedicado al poeta Tristan Corbière). Sus últimos títulos publicados son Armaguedon Strip [narrativa], (Ediciones Le Dilettante) y Anges Profanes [poesía], (Ediciones La Passe du Vent).

Blog: Branloire Pérenne

Frédérick Houdaer & Judith Wiart

LM Hermoza
[Trujillo, Perú] Es licenciado en Filología Románica, Máster en Letras y Máster en E-learning, Doctorando en literatura hispanoamericana. Ha vivido en Perú, en España y Francia. Lideró la Agrupación cornelista: por un planeta sin humanos, con la que publicó fanzines y realizó recitales y performances en Barcelona y París. Dirigió la revista de literatura La Siega. Co-dirigió 2+. Formó parte del consejo de redacción de la revista Paralelo Sur. Ha publicado, en poesía, Trilogía del signo (2021), que reúne sus tres libros de poesía aparecidos en ediciones ultralimitadas en Londres, Ciudad de México, Lima y Mánchester. En narrativa, ha publicado la novela La madre rata (2020), cuya versión preliminar quedó finalista en dos concursos. Es codirector de esta revista que lees, o sea OJOXOJO. Web personal: lmhermoza.net.

LM Hermoza

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